¿Por qué son negras las botas de vino? Origen de la tradición

Todas las botas de vino hechas mediante el método tradicional son del color blanco con productos naturales, las llamadas botas blancas, aunque con el tiempo se cambió al color piel. Entonces, ¿por qué razón hay botas de vino que son negras? Es un misterio que os vamos a desvelar desde Botería Mairal, artesanos de la bota de vino desde 1898.

El color negro de las botas es originario de finales del siglo XIX, el momento en el que comenzó nuestra botería. En esa época, se trabajaba mucho el olivo en el campo y se requería de un material flexible y resistente en el que llevar el aceite. La piel de animal es perfecta para esta labor, así que durante la temporada de cosecha se alquilaban los botos para transportar el aceite. Se utilizaba dándole la vuelta al despellejarlo, curtido pero sin pez. Al terminar el trabajo en el campo, se recuperaba la piel, se abría y de allí se sacaba el color negro que había cogido, al contacto de la piel con la oliva y las manos de los trabajadores.

¿Cómo se preparaba la piel luego para convertirla en una bota de vino tradicional? Había que coger el cuero de boto, darle la vuelta y dallarlo muy bien para quitar el exceso de aceite. Ese aceite se recogía y se utilizaba para el consumo de casa, puesto que estaba en perfectas condiciones. Luego se cortaba la piel para hacer las botas, se le echaba la pez sin diluir, puesto que ya había suficiente aceite y la mezcla no necesitaba más, y se cosía a mano. Así, ya tenían lista una bota de vino negra de forma natural.

Y ahora, ¿por qué se sigue haciendo la bota negra? Actualmente, la bota se hace negra por estética y por mantener la tradición. Y es que tradicionalmente la bota negra, al llevar más aceite, era más flexible y mucha gente buscaba esa característica. Además, la bota de piel también es más exigente para que no la ensuciemos, sin embargo en la negra no se notan tanto las manchas. ¿Cómo la hacemos en la actualidad? Aplicando aceite de curtición con una pintura especial para pieles, de forma que cuando se aplica no penetra toda la piel y jamás entra en contacto con la pez.

Esta bota de vino negra la veréis mucho en la zona de Aragón y Cataluña, y en otros puntos de España donde hay tradición, puesto que la bota de vino recta negra es una de las más populares que hay.

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